Llevamos años debatiéndonos, ¿debo limpiar la cera de mis oídos con hisopos de algodón para escuchar mejor? ¿Debo utilizar agua? ¿Cuál es la mejor técnica? Hoy te contamos el porqué no vamos a limpiar nuestros oídos con hisopos de algodón. Nuestro cuerpo produce cerumen (o cera del oído) para mantener nuestros oídos lubricados, limpios y protegidos; ¿Pensabas que la cera era suciedad? Pues te contamos este y otros mitos de la otorrinolaringología en un artículo previo. Los bastoncillos de algodón, palillos, llaves y otros objetos puntiagudos pueden causar un traumatismo en el canal auditivo, perforación timpánica y desplazamiento de los huesecillos del oído, lo que puede provocar una pérdida de audición, mareos, acúfenos e infecciones (otitis). La forma correcta de limpiar los oídos es a través de la punta de una toalla humedecida, el algodón sin tallo o pañuelo humedecido, para limpiar sólo el pabellón auricular (pliegues de la oreja) y entrada de los conductos (sin introducción en el canal), eliminando sólo lo que es visible en el oído. En caso de sensación de oído «tapado» o una reducción de la audición causada por la acumulación excesiva de cerumen, se debe acudir a un otorrinolaringólogo para la retirada segura de los mismos. Estos procedimientos se hacen con maquinaria especializada que evita que la cera se siga acumulando en los orificios. En tales casos, dirígete al otorrino para realizar estudios y descartar alguna causa mayor. Dirígete al Dr. Castrillón. Solicita tu cita en el Centro Médico Picasso por WhatsApp, página web o teléfono. Fuente: Eauriz
El peligro de utilizar hisopos de algodón al momento de limpiar tus oídos
¿Cómo debo limpiar mis oídos?