En EE.UU., las alergias son la sexta causa de enfermedades crónicas. A veces las alergias pueden tratarse con simples medicamentos de venta libre, pero esto no siempre funciona. Además, las alergias pueden allanar el camino a otras afecciones como la rinosinusitis crónica o la rinitis alérgica. Si eres una de los millones de personas que sufren alergias, hemos creado esta útil guía de tratamiento paso a paso. ¿Qué causa las alergias? Las alergias están causadas por alérgenos. Un alérgeno es cualquier cosa que provoca una reacción alérgica. El polen, los árboles, la hierba, las malas hierbas, las mascotas, etc. son algunos ejemplos. Además, también hay un componente genético implicado: si tienes alergias, es mucho más probable que tus hijos también las desarrollen. Hay miles de alérgenos, pero los más comunes son: ¿Qué ocurre durante una reacción alérgica? Piensa que el sistema inmunitario es como el guardia de seguridad de tu cuerpo. Cuando un alérgeno entra en el cuerpo, los «guardias de seguridad» se ponen en modo de ataque total para detener al alérgeno invasor. El sistema recuerda este alérgeno y cuando el alérgeno regresa, entra inmediatamente en modo de «alerta roja». El cuerpo produce histamina, que es responsable de los síntomas comunes de la alergia, tales como: A continuación se indican algunos pasos útiles que te ayudarán a buscar tratamiento para las alergias crónicas: Primer paso: observa detenidamente tu entorno. Piénsalo: Cada vez que sales a recoger el correo, vuelves con pequeños y minúsculos trozos de polen en los zapatos, que se esparcen por el salón. Cuando sacas al perro a pasear, el polen se aloja en su pelaje. Cuando tu mascota salta a la cama, el polen salta con él. Aunque ninguna casa puede ser completamente a prueba de alergias, puede mejorar considerablemente su situación: Segundo paso: programa una cita con un Otorrinolaringólogo Tercer paso: Determina qué alérgeno te está causando el problema. Cuarto paso: Ver si es un buen candidato para la inmunoterapia. Durante la inmunoterapia, a veces denominada «inyecciones antialérgicas», se expone al organismo a una cantidad mínima del alérgeno que causa los problemas. Con el tiempo, el médico aumenta gradualmente la dosis para «entrenar» al sistema inmunitario a crear tolerancia. Quinto paso: Sigue los pasos prescritos. Aunque la inmunoterapia es muy eficaz, requiere varias visitas para obtener todos los beneficios. Siempre intentamos que este proceso sea lo más cómodo posible para nuestros pacientes, pero ten en cuenta que la inmunoterapia es una solución a largo plazo y, por lo tanto, no esperes resultados de la noche a la mañana. Sexto paso: Haz un seguimiento con tu médico. Solicita tu cita en el Centro Médico Picasso por WhatsApp,página web o teléfono. Fuente: RALEIGH CAPITOL ENT
Guía paso a paso para el tratamiento de las alergias
¿Sabías que cientos de alérgenos pueden estar en tu casa, esperando una oportunidad para atacar? Aunque la gente culpa al aire libre o a los altos niveles de polen de sus problemas, a menudo los alérgenos del interior de la casa pueden ser igual de molestos.
Aunque los remedios de venta libre para la alergia son fáciles de conseguir, debes consultar a un otorrinolaringólogo. Sólo un Otorrino puede determinar la causa primaria de tus alergias y proporcionarte el mejor tratamiento para ello.
Es posible que pienses que eres alérgico a una cosa y luego descubras que es otra. Los otorrinolaringólogos pueden solicitar pruebas cutáneas de valoración intradérmica para determinar la causa de tu malestar. Durante este procedimiento, se expone la piel a los alérgenos más comunes y se controla si se produce una reacción alérgica.
Nadie quiere tomar medicamentos antialérgicos los 365 días del año. Sin embargo, para quienes padecen alergias durante todo el año, ésta puede parecer la única opción. Afortunadamente, la inmunoterapia ofrece una alternativa viable.
Esto parece obvio, pero el tratamiento de la alergia no funcionará si no te comprometes a seguirlo. Normalmente, los pacientes empiezan a notar los beneficios del tratamiento a los seis meses, aunque esto varía de una persona a otra.
Es importante que tu otorrinolaringólogo controle tu evolución y conozca tu historial médico, que será vital si tienes alguna infección o afección en el futuro.